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La Escuela Altamira ofertará el próximo curso un grado pionero de gestión hotelera y turística

noviembre 17, 2015

La Escuela Universitaria de Turismo Altamira, centro adscrito a la Universidad de Cantabria y dependiente del Centro de Estudios Superiores Técnico-Empresariales (CESTE), gestionado por jesuitas, pasará en 2016 a manos del Patronato Montañés de Enseñanzas, integrado entre otros por la UC, la Asociación de Hostelería, la Cámara de Comercio y el Banco Santander, y ofertará a partir del próximo curso un nuevo grado pionero, de Gestión Hotelera y Turística.

Los nuevos estudios, de cuatro años de duración y con plazas para 60 alumnos, constituyen «un plus» y una «puesta al día» para el centro, que en la actualidad cuenta con cerca de 300 estudiantes, entre los más de 200 que cursan el Grado de Turismo y cerca de un centenar que estudian FP.

Así, el grado, que responde a una demanda del sector y que ha sido diseñado en colaboración con agentes sociales y empresas turísticas, convertirá a la Escuela Altamira en un «referente» del Norte de España e incluso de todo el país. Y es que, desde el punto de vista de esta nueva enseñanza, «no hay nada parecido» en la educación universitaria pública, ha afirmado el rector de la UC, José Carlos Gómez Sal, en que ha presentado las novedades en torno a este centro. Ha sido en una rueda de prensa en la que ha estado acompañado por el presidente del Patronato Montañés de Enseñanza y, también, de la Cámara de Comercio, Modesto Piñeiro, y de Jaime Oraá, presidente de la Red de Universidades Jesuitas de España (UNIJES), que han gestionado la escuela desde su creación y hasta ahora.

El rector ha indicado que el objetivo, con el cambio de gestión y el nuevo grado, es que la Escuela Altamira se convierta en un centro «del más alto nivel» en España. Los nuevos estudios, que incorporan una faceta «muy importante» en el sector turístico y hotelero, como es la gestión, tendrán un coste medio anual cercano a los 4.000 euros, que suponen cerca de la mitad de enseñanzas similares que se imparten en otros centros del país y del extranjero, donde pueden costar entre 10.000 y 35.000 euros anuales. Además, se planteará la posibilidad de ofrecer también másteres especializados y estudios complementarios.

En cuanto a los cambios en la gestión de la Escuela, no afectarán a los estudiantes actualmente matriculados en el Grado en Turismo, ya que la actividad docente continuará desarrollándose con total normalidad, y quienes estén interesados podrán efectuar el salto a la nueva titulación el próximo curso o sucesivos. Además, al ser un centro adscrito a la UC, no supondrá una «carga» para la institución. Y la plantilla de profesorado se mantendrá, por lo que la modificación tampoco repercutirá económicamente en «nada», y si lo hace -ha apuntado el rector- será «en positivo», ya que esperan sumar más estudiantes.

El delegado responsable de la Escuela Universitaria será Ángel Herrero Crespo, profesor titular de Comercialización e Investigación de Mercados, del Departamento de Administración de Empresas de la Universidad de Cantabria (UC). Un compromiso y un reto Piñeiro ha manifestado que el cambio de gestión supone «un compromiso» y «un reto» para el Patronato, que acepta con «mucha ilusión» dada la importancia que para la economía de la región tiene el sector servicios y en concreto el turístico.

El objetivo, ha remarcado, es ofrecer a los jóvenes una formación especializada en gestión hotelera, objetivo que «no dudo lograremos con la excelente profesionalidad del actual profesorado de la escuela, y con la colaboración de las instituciones de nuestra región».

50 AÑOS

Por su parte, Jaime Oráa ha destacado la «gran labor» de la Compañía de Jesús al frente del CESTE, que creó en 1965 crear un centro que impartiera varias titulaciones. Durante los últimos quince años la Escuela Universitaria ha impartido el Grado en Turismo como titulación oficial acreditada por la UC, habiéndose graduado más de 150 estudiantes, a los que se suman los titulados de la precursora Diplomatura en Turismo. Los jesuitas se encuentran ahora, según ha explicado, en un proceso de reestructuración en sus 300 instituciones debido al descenso de efectivos, no siendo posible continuar con la dirección de esta institución. Al hilo, ha enfatizado que la Compañía ha buscado la continuidad del centro y la permanencia de sus trabajadores y que los estudios quedarán en manos de instituciones locales «prestigiosas» que «fomentarán el turismo y la gestión hotelera», para así mantener «el espíritu con el que se fundó la institución».

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